LA LEYENDA DEL TUNCHE
Esta leyenda ocurre en la selva peruana.
Muchas personas piensan que andar por el corazón de la Selva Peruana es tan solo un simple paseo, un viaje de aventura cualquiera, un juego de niños, y al parecer no es así. Si ya leíste la primera parte de este reportaje habrás notado que la Selva Peruana está no sólo llena de animales exóticos y salvajes, de vegetación abundante y de tribus perdidas, sino también de misterios y leyendas que no los creerás hasta que lo vivas en carne propia.
Hay que tener en cuenta que cada historia o leyenda que nace de un pueblo es para que sus costumbres y mitos sean respetados por los visitantes que la exploran, pues no hay nada más incómodo que el no escuchar o burlarse de los ritos y creencias de una comunidad que trata de plasmarnos sus vivencias y tradiciones. Es muy posible que durante tu paso por la inmensa región de la selva te hablen sobre El Tunche. Aquél ser mitológico, un alma endemoniada que se hace presente a través del sonido, en forma de un silbido de ave. Dicen que por la selva no debemos caminar solos, no por el hecho de perdernos que sería lo de menos, sino para estar al tanto de El Tunche. Resulta mucho mejor si nosotros sabemos por donde caminamos o hacia donde vamos al estar en la Selva, pues El Tunche solo ataca a las personas que están perdidas y desorientadas, basta escuchar su silbido que significa que la muerte se aproxima. Cuentan además que cuando una persona está muy enferma o con un destino fatal rumbo a la muerte, El Tunche silba, atrae a la próxima víctima hacia él.
Recuerdo haber escuchado el mito de El Tunche en varias ocasiones, alguna vez en Iquitos, otra en San Ramón, y hasta en Oxapampa. Alguna vez lo mencionó el guía turístico, otra el taxista que nos llevaba por la carretera rumbo a unas cataratas perdidas en la selva. También escuché la historia en la playa, en Lima. Algunos conocidos míos mencionaban haber sentido la presencia de El Tunche. ¡Qué suerte que tuve de no haberlo encontrado yo!, me dije. Dejemos mi experiencia personal de lado y pasemos a saber más acerca de la leyenda…
Los pobladores selváticos cuentan que si una persona fallece debe ser velada toda la noche hasta que se le entierre de lo contrario, si la persona se retira antes del amanecer, El Tunche se encargará de cobrar su vida, y atacará sanguinariamente a algún familiar o persona del pueblo.
Es por eso que para pasear por la Selva es mejor que lo hagas de días y con varias personas que conocen perfectamente el camino si es que no quieres ser atrapado por el legendario Tunche quien es el dueño de la oscuridad amazónica.
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