LA LEYENDA DE OGOPOGO, EL MONSTRUO DEL LAGO CANADIENSE
El monstruo del lago más conocido de Canadá, se llama “Ogopogo”, que se hizo conocido a partir de los medios de comunicación mucho antes de que el monstruo del Lago Ness, precisamente 7 años antes en 1926, apoderándose de la atención del público cuando Roy W. Brown, editor del diario The Vancouver Sun, escribió, " gente de buena reputación ha visto un monstruo en el lago, por lo cual no se puede ignorar la gravedad de los hechos reales".
Aunque existen registros de archivo en los cuales se data la existencia Ogopogoen el lago canadiense Okanagan desde 1872 y a partir de esa fecha los avistamientos se han reportado con regularidad hasta la actualidad.
La criatura es descrita a menudo como uno a dos pies de diámetro con una longitud a de 15 a 20 pies, su cabeza ha sido descrito de varias maneras como similar a la de un caballo o cabra, pero casi similar en todos los registros de avistamientos.
Desde la criptozoólogia en un principio se lo relación con un animal similar alplesiosaurio del lago Ness, pero posteriormente contejando los registros de las distintas épocas, se llegó a la conclusión que la criatura debe ser una forma de ballena primitiva, llamada “Cetoides Basilosaurus”, ya que el aspecto general de este extinto animal coincide casi exactamente con las descripciones.
Su leyenda nativa
La historia de Ogopogo comienza con leyendas indígenas a través de historias que se transmite de generación en generación a través de leyendas ancestrales, así la leyenda de este mítico animal se inicia con un endemoniado nativo llamado Kel-oni-won, que asesinó a un anciano muy conocido y respetado de nombre "Old Kan-le-kan" con un garrote.
Como castigo por su crimen el Creador transformó a Kel-oni-won en una serpiente destinándola a vivir por siempre en el lago, para que sufriera de remordimiento eterno, por el crimen que había cometido y desde ese día se lo conoció comoN’ha-a-kti se traduce como "Demonio de agua" o "Monstruo del Lago", el cual demanda un peaje a los viajeros para un paso seguro a través de las aguas que considera su casa, siendo dicha cuota un sacrificio vivo, así cada vez que los indígenas que vivían alrededor del lago se aventuran en el agua debían sacrificar un animal pequeño para apaciguar al monstruo, para garantizaría un viaje protegido.